Queridas familias,
el Rosario es un acto de amor a Santa María. ¿Por qué rezarlo? Porque amamos a María y con el Rosario podemos darle una muestra sencilla, pero profunda, de nuestro filial amor. El Rosario es una oración mariana que inmediatamente centra nuestra mente y corazón en el Señor Jesús. Esta sencilla plegaria nos introduce en un ritmo meditativo que nos pone «en comunión vital con Jesús a través del corazón de su Madre». En cada Padrenuestro rezamos con las palabras que Jesús mismos nos enseñó y por acción del Espíritu nos unimos a la voz del mismo Hijo; en cada Avemaría reconocemos «el milagro más grande de la histora», la Encarnación del Verbo, y hacemos nuestra confesión de fe de Isabel:»Bendita tú y bendito el futuro de tu vientre, Jesús»; al término de cada decena damos gloria al Padre a través del Hijo en comunión con el Espíritu Santo. Por otro lado, los misterios que vamos anunciando nos permiten ir meditando en acontecimientos de la vida del Reconciliador de la mano de la Madre, en la escuela de María nos vamos compenetrando con el Señor Jesús.
¿Por qué rezar el Rosario? Pues porque con la Madre nos acercamos más a Jesús. Y conociendo y amando más intensamente a su Madre. Desde esta óptica, el Rosario es una práctica espiritual que nos ayuda mucho a ir realizando el ideal vivir como verdaderos hijos de María. «Por Cristo a María y por María más plenamente al Señor Jesús».
Es importante señalar que el Rosario nos dispone para una más activa y fructífera participación en los Sacramentos, particularmente en la Santa Eucaristía.
Es por ello que, desde el lunes 20 al viernes 24 de mayo, todo el alumnado del centro conjuntamente con el profesorado hemos acudido a la capilla para rezar el Rosario.
A continuación les mostramos diferentes imágenes del precioso rezo vivido: