Queridas familias,
como muchos de ustedes tendrán presente, finaliza el curso escolar 23-24 y con ello también finaliza el enorme trabajo, dedicación y esfuerzo que don Felipe, NUESTRO SACERDOTE, ha estado realizando tanto en la Parroquia de la Misericordia como en nuestro centro, es por ello que queremos tomarnos un momento para expresar nuestro más profundo agradecimiento por todo el trabajo, dedicación y amor que, don Felipe, ha brindado a nuestro colegio y a nuestra comunidad. Su presencia ha sido una luz guía para todos nosotros, y su labor como sacerdote y guía espiritual ha dejado una huella imborrable en nuestros corazones.
Ha sido un pilar fundamental en la formación integral de sus hijos, nuestros alumnos. Su compromiso con la educación en valores y su ejemplo de vida han sido un verdadero regalo para todos los que hemos tenido el privilegio de conocerle. Ha sabido transmitir con sabiduría y paciencia los valores cristianos que tanto nos enriquecen, y ha sido un faro de esperanza en los momentos de dificultad.
Gracias por abrirnos las puertas de la parroquia y por acogernos siempre con los brazos abiertos. Su labor pastoral ha sido un bálsamo para nuestras almas, y sus palabras de aliento y consuelo han sido un refugio en los momentos de tribulación. Su cercanía y su cariño han sido un regalo invaluable para todos nosotros, y le estamos eternamente agradecidos por todo lo que ha hecho por nuestra comunidad.
Queremos agradecerle especialmente por su labor de guía a nuestros alumnos. Ha sido un mentor excepcional, un amigo incondicional y un ejemplo a seguir para todos ellos. Su sabiduría, su paciencia y su amor han dejado una huella imborrable en sus vidas, y les has enseñado el verdadero significado de la fe, la esperanza y el amor al prójimo. Gracias por ser un faro de luz en su camino, por inspirarles a ser mejores personas y por acompañarles en su crecimiento espiritual.
Don Felipe, hoy nos despedimos de ti con un nudo en la garganta y con el corazón lleno de gratitud. Sabemos que tu labor en nuestro colegio ha llegado a su fin, pero queremos que sepas que tu legado perdurará en cada uno de nosotros.
Nos despedimos de don Felipe, deseándole la mayor de las suertes; a pesar de dejar la Parroquia de la Misericordia y el acompañamiento a nuestro cole, sabemos que podremos contar con él siempre.
Como se dice en estos casos….¡no es una despedida, es un «hasta luego»!; estamos completamente seguros que nuestros caminos se cruzarán en un futuro.
¡GRACIAS DON FELIPE!