Queridas familias,
el mes de mayo es un mes que, para la iglesia, es muy importante ya que lo dedicamos por entero a nuestra madre la Virgen María. ¡¡¡MES DE MAYO, MES DE LA VIRGEN, MES DE LAS FLORES!!!
El Mes de María se reza en Mayo, en el llamado “mes de las flores”, que se llama así, porque con la llegada del buen tiempo y tras las lluvias invernales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde intenso y de los colores y aromas de las flores. Es el apogeo de la primavera.
Y así, desde la edad media se consagró el “mes de las flores” a la Virgen María para rendir culto a las virtudes y bellezas de la Madre de Dios.
Los Papas han hablado de formas distintas sobre este mes:
-“Es el mes en que, en los templos y en las casas particulares, sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y veneración. Es también el mes en el que desde su trono descienden
hasta nosotros los dones más generosos y abundantes de la Divina Misericordia”. (Pablo VI).
–“Los cristianos, que queremos estar siempre cerca de María, le podemos ofrecer algo especial durante el mes de mayo: romerías, visitas a alguna iglesia dedicada a la Virgen, pequeños sacrificios en su honor, ofrecimiento del estudio o del trabajo bien acabado o el rezo más atento del Santo Rosario. Mayo es el mes que la Iglesia Universal dedica a la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María. Este tiempo es una oportunidad para renovar el amor de todos los bautizados hacia la Mujer que Dios desde la eternidad escogió para nacer y dejarse cuidar por Ella”. (Juan XXIII).
-“El mes de mayo nos estimula a pensar y a hablar de modo particular de Ella. En efecto, este es su mes. Así pues, el período del año litúrgico, [Resurrección], y el corriente mes llaman e invitan nuestros corazones a abrirse de manera singular a María”. (Juan Pablo II).
-“En la misma raíz de la religiosidad popular ocupa un lugar preferente la devoción a la Virgen María; por su extensión, significado y calidad de los sentimientos cultivados, adquiere relevancia singular entre las practicas del pueblo creyente. Centrar esta devoción mariana, ilustrarla y fomentarla oportunamente es tarea pastoral gratificante y servicio inestimable al Pueblo de Dios” (Papa Francisco y Conferencias Episcopales).
Es por ello que, este curso, en nuestro centro al igual que en cursos pasados, hemos vuelto a celebrar el mes de María. Un mes para vivir la primavera, para disfrutar de las flores en su mejor momento y para celebrar ese día tan importante que es el día de la madre.
En dos celebraciones organizadas por los distintos cursos y etapas, pudimos disfrutar cantando y dedicando oraciones a la Virgen, a la que también entregamos preciosas flores y alimentos para los más necesitados.
Todas las celebraciones se desarrollaron maravillosamente, nos acompañó el buen tiempo y lo más importante las sonrisas y alegría de nuestros alumnos. Muchas gracias a todas las familias por colaborar y hacer que nuevamente, este mes de mayo, fuese muy especial.
A continuación les mostramos diferentes momentos de todas las celebraciones:
“A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, haciéndolos cada vez más obedientes y fieles a la palabra de Dios”.