E. INFANTIL Y E. PRIMARIA: I JORNADA DEL “DÍA DE LA MONA DE PASCUA”

Queridas familias, 

la Pascua es la celebración litúrgica más importante de la Iglesia Católica, donde celebramos la Resurrección de Jesucristo.

Es el misterio más grande de nuestra fe, ya que con ella adquiere todo sentido.

San Pablo nos dice: Y si  no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe...Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana...” (1 Corintios 15,14-17). 

Es el «paso» del Señor, el paso de la muerte a la vida. Él ha vencido a la muerte y al pecado, nos ha redimido ¡Cristo está vivo!.

La Pascua de Cristo es también nuestra Pascua «en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida y en su resurrección, resucitamos todos» (Prefacio II de Pascua).

Por todo ello, y como nueva iniciativa de este curso, el pasado lunes 8-4-2024, todo el alumnado de ED.INF y ED.PRIM junto al profesorado de estas etapas y padres voluntarios del AMPA; vivimos una jornada muy especial. 

La tradición de celebrar la Pascua en diferentes niveles educativos, ofrece una oportunidad única para fomentar valores culturales, sociales y educativos. En los niveles más tempranos, se puede introducir de manera lúdica y creativa, promoviendo el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades motoras. En niveles más avanzados, la Pascua puede ser abordada desde perspectivas históricas, culturales y religiosas, proporcionando un enfoque interdisciplinario que enriquece la comprensión de los estudiantes. Este proyecto busca no solo preservar una tradición arraigada, sino también promover el aprendizaje significativo y el respeto por la diversidad de perspectivas.
La jornada vivida fue maravillosa, queremos agradecer a los papás del AMPA que nos ayudaron en todo momento.

A continuación les mostramos imágenes de diferentes momentos vividos en dicha jornada:

“Hermanos y hermanas, Jesucristo ha resucitado, y sólo Él es capaz de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida. Más aún, Él mismo, el Viviente, es el Camino; el Camino de la vida, de la paz, de la reconciliación, de la fraternidad. Él nos abre un pasaje que humanamente es imposible, porque sólo Él quita el pecado del mundo y perdona nuestros pecados. Y sin el perdón de Dios esa piedra no puede ser removida. Sin el perdón de los pecados no es posible salir de las cerrazones, de los prejuicios, de las sospechas recíprocas o de las presunciones que siempre absuelven a uno mismo y acusan a los demás. Sólo Cristo resucitado, dándonos el perdón de los pecados, nos abre el camino a un mundo renovado”. Papa Francisco

CLAUSTRO DE PROFESORES