¡Feliz Navidad a todos!
Que el Niño-Dios nos llene el corazón de Paz y Alegría. Como a los pastores que estaban cuidando y velando por su rebaño, también todos nosotros, y nuestras familias, nos veamos llenos de esta alegría auténtica.
Notemos que el Hijo de Dios, no nació en lo grandioso, en el gran palacio de Herodes, sino pobre en un pesebre. El belén nos ayuda a redescubrir la verdadera riqueza de la Navidad, y a purificarnos de tantos aspectos que contaminan el paisaje navideño.
Sencillo y familiar, el belén recuerda una Navidad diferente de aquella consumista y comercial: es otra cosa; nos recuerda lo bueno que es que apreciemos momentos de silencio y oración en nuestros días, a menudo abrumados por el frenesí. El silencio favorece la contemplación del Niño Jesús, nos ayuda a intimar con Dios, con la frágil sencillez de un pequeño recién nacido, con la mansedumbre de su estar recostado, con el tierno cariño de los pañales que lo envuelven.
El Papa invita a hacerse pequeños para ir verdaderamente al encuentro de Jesús, para descubrirlo allí donde nació.
«Si realmente queremos celebrar la Navidad, redescubramos a través del pesebre la sorpresa y el asombro de la pequeñez, la pequeñez de Dios, que se hace pequeño, no nace en el esplendor de las apariencias, sino en la pobreza de un establo. Para encontrarse con Él hay que llegar allí, donde está; hay que rebajarse, hacerse pequeño, dejar toda la vanidad, donde está Él. Y la oración es la mejor manera decir gracias ante este regalo de amor gratuito, de decir gracias a Jesús que desea entrar en nuestras casas, que desea entrar en nuestros corazones».
Que podamos pasar unos días disfrutando del calor de la familia, por medio de la cual Dios quiere mostrarnos su Amor.
Toda la comunidad educativa del colegio Nuestra Señora del Remedio os desea:
¡¡¡Feliz Navidad y próspero año 2023!!!