Las Hijas de la Caridad, están llamadas a servir Jesucristo en la persona de los pobres y marginados, con un espíritu de humildad, sencillez y caridad. Impulsadas por el amor de Cristo y sostenidas por una profunda vida de oración, viven en comunidad de vida fraterna, ayudándose unas a otras en una misión común de servicio; servicio que se dirige a la persona en todas sus dimensiones humanas y espirituales.
Reconocida en la iglesia como sociedad de vida apostólica, actualmente la Compañía está presente en 93 países, en los cinco continentes.
Viven y sirven en los lugares de prioridad social: hospitales, casas de niños de carácter social, escuelas, centros de acogida para las personas sin techo o que sufren dependencias o minusvalías.
Como todos sabemos, en la fiesta de la Anunciación (25 de marzo), todas las Hijas de la Caridad renuevan sus votos. En este día vuelven a decir SÍ a su compromiso de entrega total a Dios para el servicio a los pobres.
¿Qué significa renovar los votos anualmente?
Los votos para las Hijas de la Caridad son la confirmación de su entrega total a Dios para servirlo en los pobres.
El hecho de que los votos sean anuales y renovables no rebaja su importancia. La temporalidad no es signo de provisionalidad, sino de dinamismo espiritual y un impulso para una profundización progresiva en la vocación. Ésta es intencionalmente una opción de por vida. La renovación anual es un “sí” a la vocación sin discontinuidad. La fidelidad a la vocación incluye la perseverancia en ella, aunque los votos se renueven cada año.
Sus hijos, nuestros alumnos, ayudados por sus profesores han trabajado en sus aulas el importante trabajo que las Hijas de la Caridad realizan en el mundo en pro de los más necesitados, a continuación les mostramos algunas imágenes de dicho momento.
Pedimos a Dios que les siga dando la fuerza y valentía para continuar trabajando en pro de los más necesitados para seguir llenando el mundo del color del amor, de la alegría y de la misericordia.