Llegamos al Seminario a a pie, subiendo una gran cuesta, allí nos recibieron y tuvimos un rato para almorzar y seguidamente pudimos jugar antes de comenzar la visita. Nos dividieron en tres grupos, cada uno con un seminarista y un profesor para visitar el seminario, nos mostraron las clases, patios, biblioteca, comedor….y por último fuimos a la capilla donde hicimos una pequeña oración todos juntos. Después de la visita tuvimos tiempo para comer y otra vez poder jugar.
Oscar Lozano Sánchez